Carlos Traboulsi: “El mar es un negocio para unos pocos”

Carlos Lionel Traboulsi

Siempre es un verdadero placer dialogar con el Dr. Carlos Lionel Traboulsi, un cuadro político de lujo, para estos tiempos posmodernos de claudicación intelectual manifiesta. Referente del Partido Demócrata Cristiano (PDC) de la Ciudad de Buenos Aires, ahora, pre-candidato a Diputado Nacional por el mismo distrito.Traboulsi,es el actual Secretario General de la Democracia Cristiana porteña.

Tribuna de Periodistas dialogó con el destacado político argentino. Su casa, el epicentro del encuentro:

– ¿Qué proyectos propone para su candidatura a diputado por la Ciudad de Buenos Aires?

– Los proyectos son varios. Primero: la incorporación al Código Penal de dos figuras que considero esenciales para que la gente recupere la confianza en la política y en los políticos.Primero: la figura del “perjurio”, que es la conducta de aquel candidato que miente en campaña al electorado –y esto – sancionado con pena de prisión no excarcelable y con inhabilitación absoluta de por vida para ocupar cargos públicos. Segundo: configurar el delito de “corrupción”, tanto para políticos, funcionarios y empresarios. Con sanciones no excarcelables e inhabilitación absoluta. Ni electivo ni a dedo.

– Tercero: la figura de la “depredación”, que hoy no figura en el Código Penal. Para la protección de nuestros recursos estratégicos marítimos y fluviales. No está regulada la depredación marítima. Hoy, se hacen sumarios administrativos cuando ven pescando en la zona económica exclusiva de Argentina. Esa figura nos permitiría poder detener a los buques fuera de la milla 200. En la famosa milla 201, podríamos ejercer la sanción represiva, con sanción de prisión.

– ¿A su criterio por qué no se hizo la regulación a esa “depredación” marítima?

– El mar es un negocio para unos pocos, que está oculto hacia el resto de la ciudadanía. Los argentinos venimos viviendo de espalda al mar. De ahí viene mi proyecto de “Modelo de Desarrollo Argentina Azul”. Hace 25 años que vengo trabajando y que explotó durante la pandemia. Ahí, advertí que a nadie se le caía una idea de cómo poder llevar adelante la Argentina seriamente, con un horizonte a largo plazo. Las discusiones pasan por planes económicos. Son los que permiten las crisis cíclicas de la Argentina. Desde 1983, inicio de la democracia, hemos tenido 31 ministros de Economía. Argentina es un barco a la deriva.

– Por eso Argentina es inviable. Una conclusión más profunda: la casta política, es simplemente una construcción publicitaria para tratar de canalizar la bronca del pueblo, que en realidad oculta a los verdaderos artífices de la pobreza, que son por un lado, las bandas que se enquistaron para delinquir dentro de la política. Que no representan el universo de la política, la política mayoritariamente se refleja en la militancia, en el compromiso social etc. Construyen el presente de desazón de la Argentina, son las bandas políticas delictuales. Ej.: Cristina (Kirchner), es cabeza de una banda. No cabeza del PJ (risas). Otras bandas son los señores feudales del interior del país. Los barones del conurbano, en la provincia de Bs. As. Son bandas. Eso no es “la política” (Poniendo énfasis a su discurso). Los políticos nos capacitamos. No pertenezco a ninguna banda. Al contrario, puse siempre, no saqué. Todo lo que construí en mi vida fue por mi actividad en el sector privado.

– ¿Qué proyectos va a defender y cuál va a combatir desde la oposición?

– Poco se sabe porque no se les cae una idea. Los graves problemas que tiene la Argentina, no les están dando respuesta. Yo apoyaría: “La boleta única” en todo el país. Acompañaría una “Ley de Alquileres”, que facilite la relación entre el locador y el inquilino, pero que el Estado promueva la construcción de viviendas para terminar con el déficit habitacional, que es muy alto. Y que el Estado construya para colocar en el mercado de alquileres, con la posibilidad de adquirir la propiedad pasado un lapso de tiempo.

– ¿Hay otras leyes urgentes, como herramientas del cambio institucional?

– La modificación de la Ley de Ministerios. Con la cantidad de ministerios y la incorporación del Ministerio del Mar (se entusiasma, es su tema, su ADN desarrollista). Ej.: Francia, Portugal. Ellos tienen ese ministerio, creados recientemente. Otra ley para la creación de la Agencia Nacional de Intereses y Recursos Estratégicos Marítimos y Fluviales. Una agencia autónoma que planifica, coordina y ejecuta y supervisa, el “Modelo de Desarrollo Argentina Azul”. Que, desde una nueva visión estratégica, el mar asume un rol co-protagónico dentro de la matriz productiva industrial.

– ¿En cuánto tiempo es viable su proyecto “Modelo de Desarrollo Argentina Azul”?

– Es viabledesde el momento que se toma la decisión política de llevarlo adelante. En un plazo inmediato. Tiene un plazo inmediato, mediato y a largo plazo. Es una planificación a 20 años. En forma inmediata requiere el desarrollo de los 6.816 kilómetros lineales de costa. En la costa, generar el afincamiento de 100 comunidades de autoabastecimiento y producción, de no más de 20 mil personas cada una. Con la creación de una Ley de Sociedades Comerciales Públicas. Superadora de las cooperativas, siendo la primera Sociedad Humanista. Se comparte el negocio y cada uno disfruta de sus ganancias. Cada una de las comunidades se sustenta con negocios relacionados directamente con el mar. Cada persona con una capacidad distinta y con un ingreso distinto según su formación. Una sociedad con su cuerpo directivo y todo. Sería la culminación definitiva de la pobreza estructural de la Argentina.

– En 7 años tenés las 100 comunidades armadas. Cada 4 años habrá 25 comunidades autogestionadas y sustentables. Son comunidades abiertas. Es la colonización de un sector que es dos veces y media la Argentina actual, totalmente olvidado y desconocido. Son unos 2 millones de personas trabajando. Casi la totalidad de los sectores vulnerables en Cap. Fed. y en el primer cordón industrial de la Provincia de Buenos Aires. Tenés en este modelo: exportación de chacinados de productos marítimos, la parte de gastronomía, turismo, industria naval, etc. Incluso no se necesita al Estado: hoy en el mundo, hay muchos organismos internacionales que dan subsidios no retornables para hacer ciudades inteligentes.Ciudades no contaminantes. En el mundo hay mucho dinero para hacer estas cosas.

– El proyecto lo inicié en 1998 aproximadamente. Mi referente de alguna manera es Don Segundo Storni que hablaba hace 100 años de algunas cosas de estas. Es único ese proyecto. Porque logré incorporar todas las necesidades, todas las propuestas, todas las inquietudes de distintos sectores que actúan como compartimentos estancos. Nos da soberanía al mar, soberanía hacia Malvinas, con un desarrollo.

– ¿Parafraseando al recordado hombre fuerte de la Democracia Cristiana, Dr. Carlos Auyero: en su espacio, “¿cuál es “el eje central y las fronteras abiertas”? (con quién se puede tejer alianzas y con quién no).

– Carlos Auyero, me quedó muy grabado. Yo era muy chico y siempre fue mi forma de actuar, el testimonio de vida que tiene que dar un dirigente político. Él decía que: “un demócrata cristiano, tiene que hacer la revolución en el barro. No en el asfalto. Pero siempre impidiendo que el barro me tape el cuello”. Yo me puedo meter hasta acá en el barro (señala su cabeza), pero nunca los valores y principios dejar que entre en la corrupción. ¿El límite cuál es?- todo aquello que está fuera de la democracia y todo aquello que está fuera de la ley. Corruptos, delincuentes y antidemocráticos, es el límite a la participación política. Cuando nace la Democracia Cristiana en nuestro país, en 1954, nace con una bandera: “la amistad cívica”. Buscando puntos de encuentro y diálogos con el otro. Hoy la Argentina necesita buscar puntos de encuentro. Los planes económicos sirven, si tenés un modelo de desarrollo de un país.

– Para concluir, una pregunta que me inquieta hace tiempo. De algunas personas que, vienen de la burguesía capitalista, de familias acomodadas, ultra católicos y luego, defienden modelos comunistas-fascistas como Cuba, Venezuela, la Ex URSS, y todo ese entramado antidemocrático de amar “ideas muertas”, lo que algunos teóricos llaman: “la necrofilia política” o “necrofilia intelectual”. Ej.: Juan Grabois, o los del Partido Obrero y otras bandas totalitarias por el estilo.

– Grabois, tiene grandes negocios con el Gobierno Nacional, con el Gobierno de la Ciudad. Están todos prendidos con los negocios. Hay un negocio del pobrismo en la política. Eso es real. Lo que interesa es el dinero. Las ganancias. En una sociedad donde cada vez hay más pobres. Hay que prestarles atención porque en cualquier momento nosotros somos pobres. Es un llamado a toda la gente para que reflexionen y que su voto, el arma más importante de un ciudadano, lo sepa usar. No con bronca sino con conciencia que lo que vota es lo que lo representa.

– Y los amantes oscurantistas de esa necrofilia política, de ideas muertas como “la revolución permanente” (L. Trotsky – Lenin y otros secuaces). Es decir, la locura de seguir haciendo lo mismo de la prehistoria ideológica, y esperar diferentes resultados. ¿Ellos creen en su propio discurso? ¿Es un negocio o son chantas simplemente? Y pienso en la psicopatología política: las enfermedades mentales en la política. Estudiando “la biografía de los políticos, para saber el grado de patología que hay cuando realizan sus proyectos políticos” (Dr. Harold D. Lasswell, Dixit).

– Los que creen son los militantes. Los militantes de base creen en la necesidad de la lucha para lograr la revolución. Por eso que la izquierda crece cuando hay conflicto. A medida que hay conflicto en las empresas, ellos crecen. Cuando la gente está bien, no mira hacia la izquierda. Las bases terminan siendo idiotas útiles. Los dirigentes se valen del discurso. Haz lo que yo digo, no lo que yo hago. Ej.: ¿El comunismo no fue cómplice de la dictadura militar en la Argentina? / ¿Dónde está la revolución del comunismo? Los pobres militantes habrán sido masacrados en el gobierno militar, pero la dirigencia estaba de ese lado. Siempre es importante los valores en la política, y el testimonio de vida. Por ejemplo, cuando uno ve una dirigente como Ángela Merkel, que usaba vestimenta común y no tenía problema en viajar en avión de línea, de ir a su casa y a cocinar, de ir al supermercado, como cualquier hijo del vecino. La política es servir al otro y no vivir de otra manera.

Noticia extraída de www.periodicotribuna.com.ar

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